Uno de los aspectos esenciales a tomar en cuenta para elegir a un Guardia de Seguridad es el relacionado con su perfil psicológico. Las características psicológicas que configuran un perfil adecuado, lo habilitan para desempeñarse en el sector de la seguridad privada.
Veamos como debe ser el perfil mental adecuado en un Guardia de Seguridad (GGSS):
- Sentido de Pertenencia o Responsabilidad con lo que sucede en el entorno
- Autoconcepción o Nivel de Autoestima
- El rol en los servicios de seguridad
- Actitud Afirmativa o Asertiva
- Tolerancia
- Manejo de la Agresión
- Control de Impulsos
- La toma de decisiones
- Solución de Conflictos
La interacción con el entorno circundante genera la necesidad del control consciente de lo que sucede alrededor, el esfuerzo por ejercer ese control genera en el vigilante de seguridad sentido de pertenencia y define su responsabilidad incluso en situaciones difíciles que se puedan presentar.
En cada test psicológico de evaluación general de las condiciones psicológicas de los guardias de seguridad debe indagarse en el autoconcepto, en la determinación de los niveles de autoestima generados por la integración de la personalidad con las motivaciones para ejercer determinado rol.
Debe ser establecido con claridad para modelar la actitud y la conducta que asume voluntaria, pública y repetidamente el guardia de seguridad. Esto incluye los reglamentos o protocolos internos que permitan una adecuada selección de habilidades para áreas determinadas dentro del ámbito de la seguridad.
Corresponde a la actitud cognitiva y afectiva que apunta a respuestas positivas ante las diversas situaciones que se presentan. La actitud afirmativa permite orientar las respuestas que el guardia de seguridad es capaz de ofrecer. Una actitud asertiva contribuye a disuadir cualquier muestra de hostilidad y deriva las controversias hacia su solución.
Mantener una respuesta parca, adecuada, proporcionada ante la frustración o conductas que evaden las reglas es fundamental. Un Guardia de Seguridad debe estar preparado para mantener una respuesta persuasiva que reconduzca cualquier actitud negativa que reciba.
Amerita la reconducción de las situaciones de agresión que se presenten buscando puntos de acuerdo, exponiendo de manera clara y respetuosa las razones que motivan las decisiones que el usuario considera que le afectan. Si el planteamiento del usuario está fuera de todo contexto, se debe mantener la tranquilidad y la moderación en el tono de voz, el objetivo siempre es reconducir la situación hasta su solución.
Es la capacidad de autorregularse, medir, reprimir o reemplazar la impulsividad ante situaciones difíciles o provocaciones. La experiencia es uno de los factores que permiten asimilar mejor la importancia del control de los impulsos que se pueden presentar en cualquier momento del ejercicio de las funciones de seguridad, la experiencia permite desarrollar la capacidad de ajustarse a los cambios en el entorno. Un test psicológico debe hacer énfasis en este aspecto dado que está asociado al uso de la fuerza, el manejo de armas y a la protección de los usuarios.
Los actos de elección entre alternativas que incluso implican incertidumbre siempre deben remitir a un guardia de seguridad a la ejecución de procedimientos previamente estipulados con actitud asertiva. Apegarse a los protocolos establecidos con racionalidad y equilibrio siempre complementa la tolerancia y el control de los impulsos en la resolución de cualquier situación que se presente.
La resolución de los conflictos debe estar basada en la empatía y la mediación, para contribuir a disuadir y evitar malos entendidos mediante el diálogo. Todo esto supone en un Guardia de Seguridad (GGSS) ser expresión de aspectos anteriormente mencionados: el control de los impulsos, tolerancia y actitud afirmativa en la toma de decisiones apegadas a los procedimientos establecidos.